VideoMal de ausencia. River sufrió la falta de eficacia, extrañó los goles de Borja y le prende velas para que llegue al superclásicoPor Claudio Mauri
Después de empacharse de goles hasta el domingo pasado, River adelgazó de cara al arco rival. Del paladar negro para gustar y golear al sabor a poco, rozando lo amargo, porque estuvo a cuatro minutos (más los del descuento) de perder contra Banfield. Frustrado por no conseguir la victoria, terminó recibiendo como un mal menor el agónico empate, con un cabezazo de Pablo Solari, tras el enésimo intento de Esequiel Barco, que se reivindicó del egoísmo por el penal en Tucumán con una asistencia perfecta, repleta de sentido colectivo. El Monumental ya lo había indultado antes del partido, cuando fue aplaudido y reconocido al recibir de los dirigentes una camiseta enmarcada por sus 100 partidos en River.